Día.
Y hoy me levanté súper tarde, tenía que ir a trabajar a dar el 100% de mis capacidades aún y cuando no me sentía así. Cansado, agotado de semanas trabajadas con mucho rigor. Pero mi cuerpo se tomó más tiempo de sueño del cual tenía permitido. Y eso me llevo a llegar tarde.
Pero me sentía descansado, repuesto y contento. Fue un día normal, cómo cualquier otro. Pero llegada la noche fui a terapia. A liberar esas tensiones emocionales, mentales y experimentales que ya tenía arrastando.
Recordé y volví a vivir lo bueno que es que te escuchen y pongan atenció.
En un día como hoy:
Normal, triste, melancólico, con ganas de ser un escritor y embellecer la ciudad con mi arte.
Descrubo y refirmo que necesito amarme más, quererme más. Porque con esos actos la recompensa valdrá la pena.
Daniel H. Garcia.
El inicio de un poeta.
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